miércoles, 8 de agosto de 2012

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miércoles, 25 de abril de 2012

miércoles, 18 de enero de 2012

Repaso Examen 1 Tercer Trimestre

Impacto de la Invasión norteamericana de 1898 sobre la Iglesia Católica en P.R.
Dr. José Rivera González
Fuente. Libro Catolicismo y Política en PR. Prof. Samuel Silva Gotay

Fechas a recordar

12 de mayo 1898 – bombardeo a San Juan
25 de julio – desembarco en Guánica
12 de agosto – EU acepta la propuesta de paz
18 de octubre – ocupación de San Juan



Alfred T. Mahan – estratega naval de EU– razones militares y económicas para la invasión:

“nosotros tenemos la necesidad de poseer y fortalecer a Puerto Rico,…
sería muy difícil que un estado trasatlántico llevara a cabo operaciones en el Caribe occidental si hubiese una flota de E.U. basada en P.R. e islas adyacentes.”

Tratado de Paris

Comisionado E.U. enviado a negociar exige a P.R. en calida de idemnización, de manera que no se constituya un fideicomiso que otorgue a los puertorriqueños voz y voto en las negociaciones del Tratado.


Se plantea la necesidad de un gobierno civil ya que:

1. los inversionistas norteamericanos necesitan un Estado Civil de Derecho para explotar el comercio.

2. Justificar el dominio colonial por razones humanitarias.



Rev. Dr. Henry K Caroll

Pide que la constitución y las leyes de E.U. se hagan extensivas a P.R. por medio de una rema legislativa del gobierno territorial.

El presidente rechaza la petición por presión de los militares.
Corte Suprema de E.U. establece…
P.R. es un territorio poseído sin derechos para sus habitantes salvo los que el congreso conceda.
¿razón?
Los habitantes de P.R. son seres inferiores y no tienen capacidad para autogobernarse.


La constitución, los derechos, y la libre determinación autonómica es solo para los anglosajones, la raza superior
(Darwinismo social)
P.R. será un territorio poseído, pero no incorporado.
Precedente: indios nativos fueron expropiados y mantenidos en reservas.


Dictadura militar
un instrumento para:

1. desmantelar el resto del estado español
2. liquidar el poder de la clase dominante
3. fundamentar el colonialismo norteamericano.


Comandantes de E.U. gobiernan por decreto.
Aparato militar E.U. cumple las funciones políticas, jurídicas y militares en la isla,
con el fin de expulsar a los autonomistas del poder.
Otra agenda
Facilitar la adquisición de tierras a corporaciones azucareras estadounidenses.
1920 – 3 corporaciones azúcar E.U. = 50 % del cultivo.
85% industria tabacalera
35% frutos menores
Control de bancos, ferrocarriles, electricidad, teléfono y telégrafo


Educación
La educación es vital para crear y mantener sentimientos de lealtad a E.U.

Expansión del trabajo misionero protestante.

General Brooke
Cambia arbitrariamente el nombre de la isla a Porto Rico
Abolió la Asamblea Provincial y creó la Corte Suprema (actual corte federal) con el propósito de juzgar a los sediciosos.


General Henry

Suspendió arbitrariamente la autoridad civil en los pueblos.
Nuevo código de matrimonio (religioso, civil y divorcio)
Reclutamiento de puertorriqueños para el ejército de E.U.
Reglamentación de la educación: solo los que hablan inglés pueden enseñar
eliminó la educación católica del sistema público,
pone la policía bajo el mando de un militar de E.U.
puesto de asesor militar al secretario de justicia para promover la asimilación jurídica.

General Henry

Suprimió varios periódicos: El Territorio y La Metralla
Quizo suprimir el diario La Democracia, el líder autonomista Mariano Abril fue a Washington , y el general disolvió el Gabinete Autonomista sosteniendo que era “incompatible con los métodos del progreso”.


General Davis 1899
(sustituye a Henry en mayo de 1899)

Luego del embate de San Ciriaco, don cayetano Coll y Toste propone préstamos agrarios
Davis rechaza la propuesta pues es una oportunidad para transferir tierras de puertorriqueños en bancarrota a inversionistas norteamericanos.


Davis:

Los norteamericanos residentes en PR solo podían ser juzgados en tribunales de la metrópoli.
Limita el sufragio a los alfabetizados propietarios que pagan impuestos.
Crea la ley de sedición a críticos del gobierno
Limita la práctica de la abogacía a abogados graduados en E.U.

1899 –
creación de la junta Estatal de Educación constituida por 3 norteamericanos y 2 puertorriqueños (vigente hasta 1940)
Acta orgánica Foraker – instituye gobierno civil en P.R.
Hasta 1917 deja a PR fuera del sistema político de E.U., sin participación efectiva en su gobierno local y con solo un observador sin voz ni voto en el congreso federal (comisionado residente)
La isla no tiene personalidad jurídica, no tiene injerencia sobre el nombramiento de delegados, gobernador ni gabinete, es una visión colonial de carácter imperialista militar.

En este escenario la Iglesia Católica lucha por defender sus intereses ante el invasor, la Iglesia Católica ahora enfrenta los siguientes elementos:

separación Iglesia – Estado
misiones protestantes
la expropiación de sus propiedades


Cambio de mando en la Iglesia de Cuba, P.R. y Filipinas
Crisis en la Iglesia – liberación del lastre de ser la iglesia del estado.
Contexto- surgimiento de la Iglesia Católica en EU como una fuerza política organizada.
Expresiones de identificación católica con el triunfo de E.U. toman un matiz teológico.
Obispo Ireland: “la verdad católica viajará ahora en las alas de la influencia americana y circundará el universo”.
“De ahora en adelante, si el Papa quiere mantener su prestigio mundial, tendrá que tener muy en cuenta a E.U”.

Mons O’ Connell

“España ya no provee lo necesario para guiar la evangelización mundial.”

“Ahora Dios ha pasado la bandera a las manos de América para adelantar la causa de la humanidad y es tu responsabilidad como obispo (Ireland) hacer conciente a América de su destino.”
O’Connell y el Darwinismo Social
“La historia de la providencia es la historia de la guerra, de la supervivencia del más apto. No hay lugar en este mundo para nada más, y si malo es el mundo hoy, cuánto peor sería si por medio de la lucha y de la guerra no hubiéramos arrinconado lo malo contra la pared.”.

La Iglesia Católica comienza a ser reconocida como “americana”
Catholic Word incita a la anexión de Hawaii y la construcción del canal de Nicaragua.
El Cardenal Gibbons – decreta un día de acción de gracias por la victoria de E.U. en Santiago de Cuba.
Fue invitado por el presidente McKinley para dar la bendición en el acto de recibimiento al victorioso general Dewey.
La nueva catolicidad es una práctica de apoyo ideológico a E.U. encargada al arzobispo Placide Louis La Chapelle.


Placide Louis La Chapelle fue nombrado por el Papa León XIII como observador de las negociaciones en Paris.
El arzobispo La Chapelle ya tenía experiencia en procesos de americanización con la población mexicana de Nuevo México.
Fue designado por el presidente para acelerar los procesos de americanización en los territorios adquiridos.

La Iglesia Católica lucha por:
vencer el impacto de las misiones protestantes.
adquirir más poder en EU mediante el número de feligreses en las poblaciones católicas invadidas.

El presidente es republicano – pero bajo la influencia de Theodore Roosvelt (gob de NY) – no quiere perder los votos católicos del este.
Para esto nomina al católico Edward White a la Corte Suprema. White rechaza.
Los católicos intensifican la militancia política anti – republicana.



Placide Louis La Chapelle
Acelerar el proceso de asimilación de los nuevos territorios de E.U.

Mantener los misioneros protestantes fuera
Mantener funcionando las escuelas y otras propiedades de la Iglesia
Mantener los territorios católicos en manos de E.U.


Placide Louis Chapelle

Representante oficial del presidente de los EU y del Vaticano, investido con autoridad divina para sacralizar los actos políticos del imperio en los nuevos territorios conquistados al decrépito imperio católico español.
Abogó porque EU se apropiara de Cuba, Filipinas y PR a todo lugar ya que era una cuestión de “orgullo nacional”. Esto lo hacía obedeciendo órdenes directas del Vaticano.
Placide Louis Chapelle
El apoyo sacro a la política de americanización, si bien era promovida por el sector americanizante de los obispos, por el compromiso personal de Ireland y Gibbons, y la concepción personal de propio Chapelle como procónsul imperial, respondían a lo que el anciano León XIII y el Departamento de Estado del Vaticano entendían en 1898 que era lo mejor para la Iglesia en ese momento.
“El Papa reconocía la autoridad de EU en los territorios invadidos.” Palabras del Arzobispo Kean de Washington
Arzobispo Kean, de Washington DC
“El papa ha aceptado los resultados de la guerra entre EU y España, y ha determinado que los sacerdotes de las islas que han pasado a manos de EU deberán apoyar al gobierno norteamericano en todo…
Él no tiene simpatías por los insurgentes de las islas y no recibirán ningún apoyo de la Iglesia de la misma manera en que no lo recibieron para rebelarse contra España. En cuanto a esto el Papa está firme.”

Curiosamente, en el mismo artículo se declara que el Papa rechaza la importancia que se le ha dado a la encíclica contra los americanismos.
Evidentemente, el Papa consideraba ahora su carta contra los americanismos desde otra perspectiva. Millones de católicos de Cuba, PR y Filipinas estaban en manos de los “americanos”.

El Papa tenía que negociar con los norteamericanos la devolución de las propiedades católicas en PR. La Iglesia era dueña de la mayor parte de las tierras cultivables.
La comisión Shurman fue creada con motivo de expulsar a los frailes católicos de las islas. Chapelle no estuvo de acuerdo, por lo que se crearon tensiones que ponían en peligro la reelección del presidente McKinley.
Se acordó sustituir a Chapelle por Ireland.



Joseph Blenk, Obispo de PR, en carta al nuevo pontífice Pío X, solicitó al Vaticano la destitución de Chapelle, por ser un ente que ponía en peligro la estabilidad y el desarrollo de la Iglesia en América.
Proponía Blenk que si no se removía a Chapelle, entonces él renunciaría.
La conferencia episcopal de Roma reiteró su apoyo a Blenk.


La utilidad internacional de Mons. Chapelle había terminado. Regresó a su diócesis en New Orleans.
Las buenas relaciones con EU eran de suma importancia para el vaticano, tanto así que en las islas todos los obispos fueron sustituidos por norteamericanos con la aprobación del presidente Roosvelt.

El general Taft, entonces secretario de Guerra de EU adelanta que los intereses de la catolicidad en las islas, bajo las alas del águila americana, ya reciben el calor de nueva vida, y prometen el futuro más feliz tanto político, civil, intelectual como cristiano.
II. De obispos españoles a obispos norteamericanos.
El Tratado de Paris cedía a PR a los EU, al contrario del caso de Cuba a la cual España solo renunciaba.
El tratado no establecía la separación de Iglesia y Estado; solo establecía el derecho al libre ejercicio de la religión. Pero se entendía que desde ese día regía en PR como soberana la constitución federal.

Como consecuencia de esta situación, la Iglesia Católica en PR enfrentó los siguientes grandes problemas:
1. la recuperación de su personal perdido
2. el sostén financiero
3. la defensa de sus propiedades
4. la secularización del sacramento del matrimonio
5. la prohibición de la enseñanza de religión en las escuelas públicas
6. La quiebra de la unidad religiosa
7. la agresiva competencia protestante
8. la reconstrucción de la vida de la Iglesia (235)

Las propiedades de la Iglesia
Los gobiernos estatal, federal y municipal comenzaron a incautarse de las propiedades de la Iglesia porque estas habían sido construidas con fondos del Estado español.
El vicario Rev. Perpiñá reclamaba al nuevo régimen la propiedades de la Iglesia en función del artículo XIII del Tratado de Paris, donde se especifica que la cesión de PR a EU no debe perjudicar los títulos y derechos de propiedad, e incluye las corporaciones eclesiásticas. En caso de que el patronato real desapareciera, las propiedades debían ser transferidas a la Iglesia.
Así los solicitaron los obispos al gobernador militar, quien pasó el asunto a la Comisión de Entrega de la Plaza Militar, la cual no hizo nada al respecto.

El Gobierno de EU no tenía mayores problemas con la entrega de las propiedades de la Iglesia que estaban en uso clerical, solo les interesaba retener las que ocupaba el ejército.
El problema mayor lo constituían aquellas propiedades que habían sido incautadas por el Gobierno español de la revolución liberal de 1836, cuando fueron desamortizadas las propiedades de la Iglesia en 1837 y 1838, para pagar la deuda pública.
Todavía quedaban en manos del gobierno algunas de estas propiedades que nunca pudieron ser vendidas, como el Convento de los Dominicos en San Juan y el de los franciscanos, los cuales los españoles habían utilizado como cuarteles militares, y que ahora los americanos usaban como corte de justicia y escuelas.


El obispo Blenk dio seguimiento a este litigio con el secretario de Guerra de los EU.
Taft insistía en que la Iglesia debía probar su personalidad jurídica y mostrar los documentos de propiedad.
El secretario de justicia de PR bajo el régimen de EU, Herminio Díaz Navarro, negaba la personalidad jurídica de la Iglesia.


Los Monseñores Obispos Blen y Chapelle argumentaron que las bases para la solución jurídica de las propiedades de la Iglesia se encontraban en el Código Civil Español y en el Derecho puertorriqueño. Por esto, pese a su actitud americanizante, vamos a encontrarlos defendiendo el sistema de derecho y los tribunales puertorriqueños ante el gobernador militar.
El obispo Blek cursa una carta el presidente de EU defendiendo el derecho y el idioma como consustanciales a la vida de los puertorriqueños, carta que Chapelle firmó. Ese era el derecho que hacía posible la defensa jurídica de las propiedades de la Iglesia. Las propiedades de la Iglesia eran defendibles sobre las bases del Código Civil Español vigente y las leyes del derecho puertorriqueño que incluían aquellos elementos del derecho canónico y la legislación hipotecaria concerniente a la Iglesia.

Finalmente el asunto comenzó a resolverse en las cortes. La Cámara de Delegados de P.R. aprobó una resolución en 1907 autorizando a la Corte Suprema de PR a tomar el caso bajo su jurisdicción.
La Iglesia Católica presentó diez demandas en las que exigió la devolución de: el convento de Santo Domingo, el convento de San Francisco, los solares de la Plaza del Mercado, el Cuartel de Ballajá y el Asilo de Dementes, el lote de Cangrejos, las propiedades de las catedrales de Ponce y San Juan, todos los templos de la Isla, las casas parroquiales y los sueldos del clero desde octubre de 1898 hasta el Tratado de Paris, las propiedades del palacio Episcopal, el Seminario Conciliar, el hospital de San Germán, y nueve pagarés por $2, 200.23, por motivo de rentas de propiedades de la iglesia en uso de los gobiernos estatal y municipal.

El “pueblo de PR”, en la demanda se allanó a las siguientes demandas:
Catedrales, templos y casas parroquiales
Palacio episcopal
Seminario conciliar
Hospital de San Germán

Los abogados de la Iglesia tendrían que litigar en las cortes por las otras peticiones.
El asunto de los salarios de los cleros se dejó pendiente pues eran los sacerdotes en su carácter individual quienes tenían derecho como demandantes, y no el Obispo.



El abogado de la Iglesia Lic. Juan Hernández López, argumentó en corte sobre la personalidad jurídica de la Iglesia en función de un carácter imprescriptible del concordato otorgado por la Cédula Real de la Legislación Ultramarina.
La Corte Suprema de PR, bajo la dirección del juez presidente José Severo Quiñones, decidió el 15 de diciembre de 1906, que la Iglesia tenía personalidad jurídica, que las propiedades en cuestión le pertenecían y que debían entregársele de inmediato.
El 12 de agosto de 1908, una Comisión representando a la Iglesia, a los EU y al pueblo de PR firmó un acuerdo aceptando la decisión.
El acuerdo fue firmado por: el subsecretario de estado de EU, el jefe auxiliar insular de los asuntos de guerra, el Obispo de PR William Jones, el speaker de la cámara don José de Diego y el Attorney general; de PR Henry Hoyt.

Los intelectuales liberales y políticos puertorriqueños de la época, al igual que los protestantes hablaron de que esto era un asalto de la Iglesia a PR y EU.
Los metodistas publicaron que se trataba de un robo del Papa al Tío Sam.
El presidente Roosvelt, por su parte, invía un informe con su hombre de confianza Ward al cardenal Gibbons donde señala que estaba contento de poder auxiliar a la Iglesia ya que esta podría ser de mucha ayuda para logar la americanización de Puerto Rico.
El problema del presupuesto de la Iglesia y el salario del Clero
Al imponerse súbitamente el estatuto de Separación de Iglesia y Estado, el 18 de octubre de 1898, quedó en suspenso el presupuesto del Estado para el mantenimiento de la Iglesia.
Por consecuencia el Obispo y los Sacerdotes se quedaron sin salario.

Un recién nombrado Obispo nunca salió de España pues renunció antes de salir hacia PR.
Muchos sacerdotes abandonaron la isla hacia España en el barco de los soldados y funcionarios españoles en octubre.

El vicario capitural, padre Perpiñá y Pibernet, dio frente a la situación, y el 27 de octubre planteó la cuestión e insistió ante el doctor reverendo Caroll, Comisionado de EU:

“ Como cabeza de la Iglesia le aconsejaría a los EU establecer la saparación de Iglesia y Estado, ya que esa es su constitución, pero no tan súbitamente como lo han hecho. La Iglesia Católica está destinada a cuidar de la moral y de la buena conducta de la población de la Isla, pero si sus medios de subsistencia le son retirados de inmediato, yo no tendré clérigos para atender el bienestar espiritual de la gente, y considero que esa situación resultará en la degeneración moral del pueblo.”

P. Perpiñá y Pibernet

A pesar de los esfuerzos de Perpiñá, más de 50 sacerdotes abandonaron la isla.
El vicario envió una carta pastoral exhortando a los sacerdotes a permanecer en sus parroquias, insistiendo en que la Iglesia está fuera de toda lucha política y sobre todos los reinos y repúblicas nacionales. Los sacerdotes disidentes serían suspendidos. Aún así, más de 30 parroquias se quedaron sin sacerdote.
Poco después, cansado, solicitó a Roma su traslado el 2 de junio de 1899.

Del total de 137 sacerdotes que atendían las 86 parroquias, solo 34 eran puertorriqueños.
De las 150 religiosas dedicadas a la salud y la educación, todas eran españolas con excepción de las del Sagrado Corazón y las Carmelitas.